LA NOTICIA

Voley peruanoAgosto 2005: todo es felicidad en la selección peruana de voleibol. Acaban de ganar la medalla de oro en los juegos bolivarianos que se realizaron en Colombia. Antes de que la selección llegase a Lima, sin embargo, una bomba estalla en los medios.

Jorge Tipiana, padre de la voleibolista Valeria Tipiana, denuncia a Carlos Aparicio, técnico de la selección por acoso sexual a su esposa y represalias contra su hija en los recientes juegos bolivarianos.

La noticia desconcierta a todos y es recogida con diversos ecos y acentos. Como es sabido, cuando hay un escándalo, éste es percibido por el público sólo en sus características esenciales, no en detalle. De manera que el rebote puede tener aspectos impensados. Lo esencial vendría a ser: Carlos Aparicio, selección de voley y denuncia de acoso sexual. Las variantes pueden ser diversas. Algunos rebotes, por ejemplo, hablaban no de acoso a la madre, sino también a la hija, etc. Esto hay que tenerlo en cuenta para aclarar en primer lugar el encuadre, y luego dar respuesta a la denuncia en sí.

Antecedentes: Carlos Aparicio había tenido en el pasado una relación sentimental con una jugadora de la selección.

Valeria TipianaLA DENUNCIA

La denuncia fue hecha por Jorge Tipiana en una conferencia de prensa el 24 de agosto. Los aspectos de la denuncia más destacados por la prensa fueron: la esposa del Sr. Tipiana quería acompañar a la hija en la delegación y envió un mail al entrenador, Aparicio le contestó diciendo que no había lugar en el hotel, pero que si quería podía dormir en su habitación. Tipiana mostró copia del mail a los periodistas. La esposa respondió al técnico de forma negativa y en represalia, según Tipiana, la jugadora fue separada de la selección y se le despojó de la medalla de oro que el equipo obtuvo en los juegos bolivarianos. Se quejaron ante el presidente de la FPV, César Vértiz, y el jefe de equipo, Eloy Ramírez, pero sin éxito.

Análisis de la denuncia: el tema es delicado, y en estos casos la opinión pública siempre se pondrá de lado de la parte afectada. Un entrenador que acosa a sus jugadores va a provocar una indignación generalizada y no tendrá otra salida que renunciar. Incluso bastaría con el testimonio sin pruebas de una jugadora para hacerlo tambalear. Sin embargo, esta denuncia presenta detalles particulares. La que parece ser la víctima del acoso no es una jugadora, sino la madre de una de ellas. Y no alega continuas solicitudes del técnico, sino simplemente un mail, que puede ser interpretado en clave broma.

LA RESPUESTA

Carlos AparicioAl día siguiente, Carlos Aparicio responde desde Colombia a las acusaciones. Dice que fue la jugadora Tipiana quien abandonó la delegación al ser relegada como suplente y que sus familiares están armando este escándalo para evitar el castigo que le correspondería. Dijo Aparicio que fueron las demás jugadoras, quienes le pidieron la medalla, luego de su actitud caprichosa durante el torneo.

Leyla Chihuán, una de las veteranas de la selección, defendió al técnico y dijo que fue ella quien le pidió la medalla a Valeria Tipiana luego de que viera su poca identificación con el equipo, desde que fuera reemplazada por la jugadora Natalia Romanova.

Otros detalles van apareciendo: los padres de Valeria están divorciados, no hay declaraciones de la madre de Valeria.

La selección llegó el 29 de agosto y las preguntas al entrenador Aparicio no se hicieron esperar. El técnico respondió que él era una persona muy bromista y que si la broma cayó mal pide disculpas, pero que la mamá de Valeria no le hizo la más mínima queja y conversaron con normalidad durante el torneo. Reafirmó lo que dijo anteriormente, que pensaba que esa denuncia era para evitar sanciones, y que la jugadora Tipiana se comportó mal cuando vio que no era titular. Añadió que la Tipiana se sentía más norteamericana que peruana, y que no había querido cantar el himno peruano. Otros detalles fueron apareciendo que reforzaban el argumento de un comportamiento caprichoso de Valeria Tipiana, como que en vez de dormir estuvo jugando naipes con los policías, etc.

Carlos Aparicio dijo en un medio que el Sr. Tipiana retiró la denuncia hecha a la FPV y que entablará una demanda por difamación, lo cual ha sido desmentido (cfr. Comentarios). De todos modos, para la opinión pública el tema ya parece pertenecer al pasado.

Análisis de la respuesta: hizo bien Carlos Aparicio en responder inmediatamente desde Colombia, es decir, en no esperar a venir a Lima para dar su versión, pues probablemente el tema ya habría sido inmanejable. También fue muy positiva la intervención de la jugadora Chihuán, reforzando lo que dijo Aparicio y reafirmando el comportamiento caprichoso de la jugadora Tipiana. Por otro lado, se extrañaron comentarios de apoyo de las autoridades de la FPV.

Una conclusión que podemos sacar es que por más vergonzosa que sea una denuncia hay que salirle al paso inmediatamente. Ocurre como en los incendios: hay que apagar el fuego antes de que se propague.